Enfoques no farmacológicos para el alivio de la carga de MPN: yoga, actividad física, meditación, nutrición, intervención dietética
Las neoplasias mieloproliferativas (NMP) son un grupo de cánceres de la sangre que causan un crecimiento anormal de células sanguíneas en la médula ósea. Las MPN pueden causar varios síntomas y complicaciones, como fatiga, dolor, picazón, sangrado, infecciones y coágulos de sangre. Las MPN también pueden afectar la calidad de vida y el bienestar de las personas con estas afecciones.
Si bien algunos tratamientos farmacológicos están disponibles para las MPN, como la quimioterapia, la terapia dirigida y el trasplante de células madre, es posible que solo sean adecuados para algunos. Además, los tratamientos farmacológicos pueden tener efectos secundarios y riesgos que pueden superar los beneficios para algunos pacientes. Por lo tanto, es esencial considerar los enfoques no farmacológicos que pueden ayudar a aliviar la carga de las MPN.
Los enfoques no farmacológicos son intervenciones que no involucran medicamentos ni cirugía. Pueden incluir cambios en el estilo de vida, terapias complementarias y terapias psicológicas. Los enfoques no farmacológicos pueden ayudar a las personas con MPN a sobrellevar sus síntomas, mejorar su salud física y mental y mejorar su calidad de vida. Algunos de los enfoques no farmacológicos que son beneficiosos para las personas con MPN son:
Yoga: Yoga es una práctica de cuerpo y mente que involucra posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación. El yoga puede ayudar a las personas con MPN a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorar la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno, y aliviar el dolor y la inflamación. El yoga también puede mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, previniendo caídas y lesiones. Cualquiera puede practicar yoga en casa o en grupo con la guía de un instructor calificado.
Actividad física: cualquier movimiento que utilice energía, como caminar, andar en bicicleta, hacer jardinería o bailar. La actividad física puede ayudar a las personas con MPN a mejorar la salud cardiovascular, reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, y prevenir el aumento de peso y la obesidad. La actividad física también puede mejorar el estado de ánimo, la energía y la autoestima y reducir la fatiga, el dolor y el insomnio. La actividad física debe adaptarse a las capacidades y preferencias de la persona y realizarse de forma regular y moderada.
Meditación: La meditación es una práctica mental centrada en un solo objeto, como la respiración, una palabra o un sonido. La meditación puede ayudar a las personas con NMP a calmar la mente, relajar el cuerpo y hacer frente a las emociones negativas. La meditación también puede mejorar las funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la resolución de problemas. La meditación se puede practicar solo o en grupo, con la guía de un maestro capacitado o una grabación de audio.
Intervención nutricional y dietética se refiere a cambiar qué y cuánto come y bebe para satisfacer sus necesidades nutricionales y objetivos de salud. La intervención nutricional y dietética puede tener varios beneficios para las personas con MPN, como:
Reducir la inflamación y el estrés oxidativo, que están relacionados con la progresión y los síntomas de la MPN
Mejorar el flujo sanguíneo y prevenir los coágulos de sangre, que son complicaciones comunes de las MPN
Mejorar la función del sistema inmunitario y prevenir infecciones, que son más probables en personas con MPN
Controlar el peso y prevenir la obesidad, que son factores de riesgo para el desarrollo y empeoramiento de NMP
Apoyar la salud ósea y prevenir la osteoporosis, que es común en personas con MPN debido a niveles bajos de calcio en la sangre
Proporcionar energía y reducir la fatiga, que son quejas importantes de las personas con NMP
Para lograr estos beneficios, la nutrición y la intervención dietética para personas con MPN pueden incluir:
Comer más frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, pescado, carnes magras, huevos y productos lácteos
Comer menos alimentos procesados, carnes rojas, embutidos, fritos, dulces, sal y alcohol
Beber suficiente agua y líquidos para mantenerse hidratado y prevenir la deshidratación
Tomar suplementos de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos omega-3 o probióticos según lo recomendado por su médico o dietista
Seguir un patrón o plan dietético específico que se adapte a tus preferencias y necesidades, como la dieta mediterránea, la dieta DASH, la dieta antiinflamatoria o la dieta vegetariana
La intervención nutricional y dietética para personas con MPN debe individualizarse y adaptarse a su condición médica, síntomas, medicamentos, alergias, intolerancias, preferencias y objetivos. Es esencial consultar a su médico o dietista registrado antes de cambiar su nutrición y dieta. Pueden evaluar su estado nutricional, monitorear sus análisis de sangre, aconsejarle qué y cuánto comer y beber, y ayudarlo a superar cualquier desafío o barrera.
Es posible que la intervención nutricional y dietética no cure las MPN ni reemplace los medicamentos, pero puede ayudarlo a sobrellevar mejor su afección y mejorar su bienestar. Al hacer cambios simples en su nutrición y dieta, puede aliviar algunas de sus cargas de MPN y disfrutar de una vida más saludable y feliz.
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